Esperamos que el acuerdo alcanzado en la COP 21 oriente la acción sobre el clima vinculándola al mundo real.
Esto enviará un mensaje de justicia social a los trabajadores de todo el mundo, para conseguir su apoyo con vistas a lograr la ambiciosa transformación que se necesita.
Los gobiernos deberán además reforzar su cooperación con las partes interesadas a escala nacional, incluidos los sindicatos, cuando establezcan sus Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC por sus siglas en inglés).
El movimiento sindical propugna un régimen mundial que asegure que el aumento global de la temperatura sea inferior a 2°C, o de 1,5°C si fuera posible, por encima de los niveles preindustriales. Conforme al compromiso asumido por todas las Partes de la Convención para reducir las emisiones, el movimiento sindical considera que todos los países deberían adoptar compromisos y medidas de mitigación en el marco de un acuerdo multilateral ambicioso y equitativo.
El movimiento sindical propugna un objetivo de adaptación global adecuadamente financiado. En línea con sus compromisos, los países desarrollados deben movilizar la financiación necesaria para hacer frente a los impactos del cambio climático y apoyar a los países en desarrollo en sus esfuerzos por afrontar el cambio climático y ayudarlos a avanzar hacia emisiones más bajas.
Todos los sindicatos afiliados a la Confederación Sindical Internacional (CSI) y a la Confederación Europea de Sindicatos (CES) están pidiendo a sus Gobiernos que consideren estas propuestas en las negociaciones climáticas.